jueves, 24 de noviembre de 2011

Literatura neoclásica

El concepto esencial de la teoría neoclásica era la "imitación de la naturaleza". El término "imitación de la naturaleza" podía albergarse desde casi todas las variantes del arte: desde el naturalismo estricto a la más abstracta idealización, con todos los grados intermedios.
El Neoclasicismo tuvo mucha portancia en América durante el siglo XIX, cuando la independencia de la región cobraba más fuerza
Los temas que predominaban en aquella poesía neoclásica americana fueron:
• La exaltación de la belleza americana, como manifestación del orgullo y de la nueva conciencia producto de las luchas emancipadoras.
• Las grandes hazañas de héroes que buscaban la emancipación de sus pueblos.
Pero igualmente buscaba sobre todo el principio de la universalidad, que presenta dos facetas claras: por un lado podía significar y así ocurrió en los mejores escritos de aquel tiempo, un apelar a lo universal que hiciese comprensibles, en cualquier tiempo y lugar, las máximas creaciones.
El arte, en cuanto imitaciones de la naturaleza universal, significa también algo muy limitado y limitador. Con excesiva ligereza se dio por bueno que los hombres eran iguales en todas partes y que el tipo humano de la época de cada cual era el único justo y apropiado para representar a la humanidad.
Así pues, encontrar un alto contenido ideológico en la poesía neoclásica americana era frecuente, no sólo por el momento que se vivía, sino porque mostrar elementos educativos, ideológicos y moralizantes era una de las características del neoclasicismo. Para describir este aspecto con mayor detalle, se hará referencia al poeta venezolano Andrés Bello.
Por ejemplo, Andrés Bello publicó dos grandes obras: "Alocución a la Poesía" en 1.823 y "Silva a la Agricultura" en 1.826. Para este momento histórico, casi todos los países americanos habían alcanzado su independencia política; pero en el aspecto cultural se encontraban en su mayor atraso. Esta situación hace que Bello se convierta en el abanderado de la independencia cultural americana.
Los anhelos de alcanzar lo universal y lo típico fácilmente se convirtieron en anhelo de idealizar. "Naturaleza" podía también significar naturaleza ideal, naturaleza como debe ser, medidas con normas morales y estéticas. Se había de mostrar a la naturaleza en toda su hermosura, la belle nature: lo cual suponía, además de una selección de la naturaleza, realzarla y perfeccionarla.
Estas ideas procedían de la teoría del arte: la escultura debía de representar el cuerpo humano no tal cual es, sino como idealmente debe ser. Así se contaba la historia del pintor Zenus, que había reunido las más hermosas doncellas de Crotores a fin de pintar lo más bello de cada una, la pierna de esta, la mano de la otra, el muslo o el busto de una tercera, y de esta forma podemos ver que esta historia sirve que idealizar consiste en hacer selección de lo que la naturaleza nos da.
Lo ideal fue un factor importante en buena parte de la teoría neoclásica.
Si atendemos ahora a lo que nos enseña el neoclasicismo , la estructura de la obra artística, tendríamos que admitir, que sus teorías dan, por lo común, muy pobre idea de las relaciones entre contenido y forma. Aristóteles había abierto el camino hacia una concepción orgánica de la obra artística: claramente había de una "unión estructural de las partes, de tal suerte que si una de ellas se desplaza o desaparece, el todo se descompondrá y alterará".
Pero el Renacimiento no recogió esta intuición de la unidad de la obra artística, y el neoclasicismo se contenta con hacer la dicotomía del fondo y forma.
Se solía descomponer la obra de arte en categorías casi independientes; y así, la fábula, los personajes, la dicción, el pensamiento y el metro, que en el análisis de la tragedia, según Aristóteles, constituida una unidad, fueron fragmentados y tratados separadamente.
Lo que nadie puede negar es que las reglas ejercieron una influencia paralizadora aún sobre los más grandes escritores. Basta tratar el caso de Corneille, que durante casi toda su vida hubo de combatir por su independencia artística, a pesar del profundo respeto que sentía por la autoridad eclesiástica, estatal y por los antiguos autores.
Rara vez fueron definidas las reglas de un modo general, sino particularizadas según los géneros literarios. La distinción por géneros era fundamental. Autoridades clásicas, para las principales divisiones dramáticas y épicas, son Aristóteles y Horacio.
Sin embargo, a la lírica la trataban con independencia según sus formas: odas, elegía, sátira. En el estudio de la literatura se atendía, cada vez más, al marco y ambiente en que se desenvuelve.
Empezó a discutirse la influencia de la estabilidad social, la paz y la guerra, la libertad y el despotismo, sobre la creación literaria. Poco a poco fue tomando cuerpo la idea de que el carácter nacional ejerce función determinante en la literatura.
La historia de la literatura solía reducirse en los límites de lo nacional, pues el patriotismo fue una de sus principales razones de ser; pero rápidamente creció el conocimiento de la actividad literaria de las otras naciones.
Así, los franceses empezaban a descubrir la literatura inglesa pero a través de los cristales de su propio gusto, e incluso llegan a afirmar la inferioridad general de la literatura inglesa.
Así pues, vemos que hacía mediados del siglo XVIII, la extrema tensión a que estaba sometido el credo neoclásico le hace desgarrarse con la mayor violencia e ímpetu.
El deseo de independencia intelectual se hace explicito por vez primera en la Alocución a la Poesía de Andrés Bello, la primera de sus dosSilvas americanas. Bello había ido a Inglaterra en 1810, junto con Bolívar en representación de los patriotas de Venezuela. Su Alocución apareció como una especie de programa editorial en las páginas iniciales de una revista que el y el colombiano Juan García del Río publicaron en Londres, en 1823, con el titulo de “Biblioteca Americana”. Muchos años después, el argentino Juan María Gutiérrez critico e historiador de la cultura, reprodujo el poema como introducción declaratoria en nuestra primera gran antología, la “América poética”, su estilo se ha dicho que es clásico, concebido dentro del molde romano, con un toque del aroma nativo de nuestro suelo. No escribió Bello muchas poesías originales, tenia mas de erudito que de poeta, tradujo o imito muchos tipos de poesía, desde Plauto y los Nibelungos hasta Byron y Hugo. En ocasiones tomaba un poema de una lengua extranjera y lo adaptaba a las circunstancias de la propia vida.
El neoclasicismo se presento en el panorama de la literatura a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, como la correspondencia artística a los dictados semánticos y racionalistas de la ideología establecida por la Ilustración. Es un movimiento espiritual literario y cultural que pretendía recuperar el gusto y los principios del clasicismo. Una corriente literaria que se opone a los excesos en que había caído el barroco, esta corriente en su lugar es llamado Clasicismo y en los demás países que la adoptan, ya en el siglo XVIII es conocida como Neoclasicismo.
Mientras en casi toda Europa se seguían los postulados barrocos, en Francia el fenómeno cultural era distinto. En el siglo XVII francés, el espíritu proveniente de la época clásica y del Renacimiento reapareció con dramaturgos como Pierre Corneille, Jean Racine, Jean Baptiste Poquelin (Moliere), con fabulistas como Jean de la Fontaine y con preceptistas como Nicolas Boileau, que ofrecieron los primeros testimonios de las maneras neoclásicas. Surgen también oradores notables como Benigno Bossuett quien como historiador compuso para su alumno, el futuro Luis XIV, “Discursos sobre la Historia Universal”, y Marie-Madeleine Pioche de la Vergne escritor de ficción, y condesa de La Flayette.
El siglo XVIII, hizo surgir una nueva tendencia política, el Despotismo Ilustrado, una nueva forma del Absolutismo, con un barniz de ideas humanitarias surgidas de la ilustración. Los gobernantes de esta tendencia política convivieron con las ideas racionalistas y favorecieron la literatura neoclásica. En esta época renacieron las academias y surgieron los alones literarios, participando abiertamente las mujeres
Entre los principales escritores neoclásicos franceses se encuentran los tres grandes ilustrados (Voltaire, Montesquieu y Rousseau) pero también se debe recordar a Pierre Bayle, Denis Diderot, George Louis Lecler, Carlos de Secondat y a Chamblain de Marivaux, entre otros.
En Inglaterra, la novela de aventuras de índole neoclásica tuvo una gran cantidad de adeptos, como Daniel Defoe, Jonathan Swift, Samuel Richardson y Henry Fielding. En la poesía destacaron, John Dryden y Alexander Pope. John Milton quien se puede decir que es renacentista, es considerado junto con Shakespeare una de las cumbre de la literatura anglosajona. En Italia destacaron los dramaturgos Carlos Goldoni y Victor Alfieri. En España, también en el teatro sobresale Leandro de Moratín y los fabulistas Tomas de Iriarte y Felix Maria de Samaniego.
Todos estos personajes revolucionan al mundo y al mismo tiempo sientan las bases del Romanticismo, con su oposición a todo tipo de Absolutismo.
Si el neoclasicismo mantuvo como teoría estética objetivos eminentemente didácticos es lógico que la literatura se alimentara de los últimos descubrimientos, de las nuevas teorías científicas y de los postulados de la nueva ideología ilustrada. El arte estuvo en función de la razón ofreciendo una estética normativa intelectual y objetiva en la que quedaban desplazadas las afecciones sentimentales. La libertad sentimental era entendida como una forma primitiva de creación que se separaba, en si misma, de las normas ilustradas del ser humano pensante. Sin embargo, más que aportar genios ala cultura universal, el neoclasicismo produjo ingenios. No alcanzo la originalidad de un nuevo arte, sino imitaciones bastante perfectas de los antiguos modelos griegos.

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